Estimada señora, hay una cosa
que le voy a decir, moscas a miles
yo conseguí matar con mis fusiles
al uso, no me venga tan golosa.
Querida señorita tan hermosa
¡no va usted a ganarse sus viriles
encantos por razones juveniles!
Me obliga a confesarle que penosa
se le ve, rechazada me da pena.
Las mejores ya estamos bien casadas.
entérese ya usted. Fuerte resuena
aquella flauta mágica, las hadas
van tras él, sueltan su bella melena
al aire y por sus pelos son cazadas.
María Teresa Fandiño
Derechos reservados
21/10/2015
Fotografía tomada de la red
Publicado en la antología "Sueño de la vida", de Libros Mablaz